El árbol del pistacho es todavía muy desconocido, por eso vamos a darte algunas claves para que lo conozcas.
Todos hemos oído en más de una ocasión, sobre todo en Andalucía, que la aceituna y su derivado, el aceite de oliva virgen extra, era nuestro “Oro verde”. Parece que este término se utiliza para más de un cultivo porque esta descripción se presenta de nuevo en nuestro entorno.
“Oro verde” es como se conoce al árbol del pistacho en Medio Oriente. Y aquí en Vivero de pistachos El Palomar de Paradas (Sevilla) estamos rodeados de planteras e invernaderos donde este hermoso y rentable árbol es el protagonista.
El árbol del pistacho, frutal del desierto
Como primer dato decir que el árbol del pistacho se conoce con el nombre de pistachero o alfónsigo. Si echamos mano de la ciencia, la planta es la Pistacia Vera.
Cuenta la leyenda que el pistachero es “El frutal del desierto” y con este nombre ya sabemos que puede soportar temperaturas extremas, siempre que el terreno sea el adecuado. Es originario de Grecia, Turquía y Pakistán, zonas en las que ha sido un frutal casi mítico.
En la actualidad, se produce también en países tan dispares como China y Estados Unidos, de hecho el 90 por ciento de los pistachos que se consume en nuestro país llega desde el otro lado del Atlántico.
¿A qué estamos esperando?
Llegados a este punto, la pregunta es: ¿a qué estamos esperando? Porque en España, el cultivo de este fruto tiene una historia corta, apenas veinticinco o treinta años, y su desarrollo ha sido hasta ahora muy lento. En Vivero Pistachos El Palomar estamos decididos a trabajar mucho para que la implantación de este cultivo sea más fácil y rápida.
Sí, el pistachero se caracteriza por su generosidad productiva y, además, se trata de un fruto muy apreciado. Es un árbol más bien rústico, de corta estatura, pero con una raíces que puede alcanzar, casos extremos, desde los 6 a los 11 metros de profundidad, además se esparcen de tal manera que éstas pueden llegar a más de un tercio de la copa del árbol.
Árbol de raíces profundas
Por eso, si plantas un pistachero es capaz de seguir absorbiendo agua cuando otros árboles frutales, como el olivo, ya no pueden hacerlo, razón por la que continúa vivo cuando otros no aguantan. Eso sí, cuidado con el riego de manto, porque es un árbol que no se puede mantener encharcado ya que necesita oxígeno y hay que dejarlo respirar. De ahí que le encanten los suelos de grano grueso (hay que evitar terrenos arcillosos). ¿A qué no es demasiado exigente?
Bueno, en definitiva, el pistachero es un árbol precioso. Más aún cuando empiezan a crecer los racimos de su fruto, que madura con el calor del verano (meses de junio, julio y agosto) para ser recogido en los meses de septiembre-octubre.
Y como se puede deducir de su procedencia, le gusta el clima extremo, veranos cálidos e inviernos fríos. Es decir, necesita el frío del invierno para que su floración y cuajado sea la adecuada. Para aquellos que se preguntan qué tal soportan las heladas, decirles que para este árbol no es problema ya que sus brotes están parados durante el invierno (es un árbol de hoja caduca). Y su floración es tardía, florece en abril, incluso mayo.